Cúando llueve, muchas veces dice un mito urbano que es un buen augurio.
Ese Viernes, lo pude comprobar. Era el marco para una noche ideal.
Cúando las palabras no alcanzan, y todas las emociones afloran en milesimas de segundo.
No podes ni pensar... sólo vivis, disfrutas.
¿Fotos? No hay tiempo.
Recuerdos de momentos pasados, cúando el 2007 recién florecía y todo era distinto... y escuchas en un inglés britanico perfecto cosas vividas. Y se viene inmediatamente a la memoria la imagen de esa misma persona, ahora parada frente a otros miles de humanos, preguntandote cosas.
Y, vaya deja vú, ahora esta dando un recital en el lugar que vos le nombraste.
Esos son los momentos que hacen poner la piel de gallina, que las lágrimas te nublan la vista...
Y después, miles de mariposas de papel sobrevuelan a tu alrededor jugando a formar una perfecta tormenta de colores en el cielo rosa, y bailando al son del viento.
Miles de momentos, de emociones, de palabras, de frases, de instantes preciosos.
Pero sólo cuatro personas lo hicieron posible.
Chris, Jonny, Guy & Will.
Nuevamente dieron por comenzado mi año.
Nuevamente... ¿Habrán dado por comenzada una nueva etapa de mí vida también?
