Venías apareciendote en mis sueños... demasiado. Ya no sabía cúal era el úmbral entre lo fícticio y lo real, si mi imaginación había logrado trepar a los límites que ya tenía poder sensorial. Nada tenía una explicación lógica. Pero menos porque el sujeto que aparecía con su amplía sonrisa ilustrando dichas patrañas.
Así que empeze a utilizar toda clase de técnicas para obtener algo de claridad... algunas hasta trepaban los límites de la irracionalidad (pero si me conocen, sabran que nada es imposible en mi cabeza). Empezamos a separar por sílabas cualquier elemento... sin éxito. A eso le siguió una catarata de técnicas sacadas de todos lados de la vida y del trayecto recorrido. Palmas para separar, fíjarse el contexto, tratar de buscar sínonimos, buscar alguna falta de coherencia (como si el sueño en si no lo fuera). Nada con buenos frutos.
Los sueños se repitieron, en perfecto orden, todas las noches. Fueron involucrando nueva gente, recreando perfectas escenas cotideanas (o al menos, que parecían o debíeran serlo). Como siguiendo una secuencia de una película de cine, y yo era la invitada a una avant-prémiere demasiado exclusiva.
Sin encontrar moralejas, o porques, ya era bastante entretenido conciliar el sueño; cómo para ver el nuevo episodio de la novela.
Porque el personaje principal sos vos y no algún otro sujeto masculino que sería más probable que robara mis sueños? No lo se.. ni aunque lo intente.
Se nota que una nueva obsesión golpea las puertas de mi inconciente. Pero al menos.. esta parece ser bastante divertida, y con final imprevisible.
Así que empeze a utilizar toda clase de técnicas para obtener algo de claridad... algunas hasta trepaban los límites de la irracionalidad (pero si me conocen, sabran que nada es imposible en mi cabeza). Empezamos a separar por sílabas cualquier elemento... sin éxito. A eso le siguió una catarata de técnicas sacadas de todos lados de la vida y del trayecto recorrido. Palmas para separar, fíjarse el contexto, tratar de buscar sínonimos, buscar alguna falta de coherencia (como si el sueño en si no lo fuera). Nada con buenos frutos.
Los sueños se repitieron, en perfecto orden, todas las noches. Fueron involucrando nueva gente, recreando perfectas escenas cotideanas (o al menos, que parecían o debíeran serlo). Como siguiendo una secuencia de una película de cine, y yo era la invitada a una avant-prémiere demasiado exclusiva.
Sin encontrar moralejas, o porques, ya era bastante entretenido conciliar el sueño; cómo para ver el nuevo episodio de la novela.
Porque el personaje principal sos vos y no algún otro sujeto masculino que sería más probable que robara mis sueños? No lo se.. ni aunque lo intente.
Se nota que una nueva obsesión golpea las puertas de mi inconciente. Pero al menos.. esta parece ser bastante divertida, y con final imprevisible.